lunes, 20 de noviembre de 2023

LA GENTE QUIERE ESTAR BIEN

 

LA GENTE QUIERE ESTAR BIEN

No diré que no lo puedo entender. Al contrario. Claro que tengo mi visión, mi postura, mis anteojos con el cual ver este momento. Pero es la mía, no la de todos. Y por eso uno tiene el deber de intentar ver las cosas como las ve el otro.

Cuando estaba en segundo año de la facultad, un profesor de economía política dijo una de esas afirmaciones que a uno le queda grabado: “La gente vota con el bolsillo”. Nunca la olvido porque creo que tiene mucho de verdad y cada vez que hablo con las personas voy confirmando su sentencia.

La gente vota con el bolsillo.

La justicia social; la igualdad de oportunidades, la patria es el otro, la democracia, las instituciones, la justicia social, y el concepto que se nos venga a la cabeza. La gente no piensa en esas cosas cuando el bolsillo va quedando grande.

Y el bolsillo es de cada uno. Creo que nadie puede hablar del bolsillo de uno desde la mirada de nuestro propio bolsillo. De cómo se siente la realidad con bolsillos distintos.  Se trata de hacer un esfuerzo, cada uno, desde donde esté de hacer ese ejercicio parando la oreja en las palabras de los otros.

“La gente quiere estar bien” Es un reclamo con tanta legitimidad como aquella de “El pueblo quiere saber”.  

Pero pienso en “la gente” y pienso en el ciudadano de a pie, el que todos los días sale a trabajar de mínima ocho horas por día, a un jubilado con la mínima, a una persona que no consigue trabajo y si lo consigue es sin leyes laborales, a un estudiante universitario que no puede insertarse o se inserta con un sueldo que no hace mérito a su esfuerzo, a un policía que arriesga su vida por un salario que no recompensa su arrojo, a la mujer que no se siente segura al caminar en la calle, al comerciante que le roban a punta de pistola, a la gente que perdió a sus seres queridos a manos de un asesino que, de no estar drogado no mataba ni una mosca.

Y pienso en el “estar bien” de esas personas y con ese quieren decir, tener asegurado lo mínimo indispensable todos los meses y un poquito más. Poder comprar un repuesto de la máquina que usan para su labor. Poder invertir y crecer. No tener que irse de este país. Andar seguro por la calle sin miedo a que te pase algo.

A esa gente que quiere estar bien, que el 19/11/2023 eligió un camino nadie puede ni debe decirle nada sobre esa elección. Nadie puede hablarle de democracia, ni de derechos humanos, ni de la patria del otro, ni de fascismo, ni de gorila ni nada de nada. Así son las reglas del juego.

No ha fracasado la democracia, pero vaya que fracasaron las gestiones que nos precedieron que fueron de distintos signos políticos. A esos gestores la gente los votó para estar bien desde que nació esta democracia hoy cuarentona. La democracia de las cuatro décadas poca prosperidad ha traído desde entonces.  

La gente siempre se acuerda de “cuando estaba bien” más allá de quien haya estado en el sillón de Rivadavia y nunca olvidará cuando estuvo mal y eso siempre se notará a la hora de elegir.

Deseo que lo que venga pueda lograr que la gente esté bien. La gente lo necesita.

 

MMER

20/11/2023

viernes, 20 de octubre de 2023

MAZINDOLIA

 En el país de Mazindolia la tradición de la sabiduría se realiza en forma inversa. Son los recién nacidos quienes relatan fábulas y cuentos a los más ancianos en un lenguaje que prescinde de la palabra hablada y recurre a la mirada. Quienes están más cerca de partir vuelven a aprender acerca de los corazones puros y la mirada limpia, de los viejos amigos imaginarios y los muñecos de apego, de las amistades sin prejuicios y de las sonrisas prodigadas sin esfuerzo, de cuando los enojos eran tormentas de verano que se sucedían de inmediato con alegrías que no tenían techo. Las historias de los recién venidos les hablan a los viejos de cuando eran buenos y desnudos de prejuicios, de cuando tenían cien formas de decir las cosas y cien formas de conectar los puntos de universo hasta que las obligaciones y las prisas de este mundo los obligaron a olvidar.


En el poco tiempo que coinciden, esta transmisión de sabidurías se produce una y otra vez. Quienes parten, se van más felices recordando. Quienes vienen, están prontos a olvidar.

lunes, 2 de octubre de 2023

UN SATORI MEZQUINO

 

Rosario, 1° de Octubre de 2023

Querido y remoto amigo: Busco dentro de mí un monasterio solitario. Necesito hallar en sus imaginadas paredes el silencio necesario para poder responderte del modo más sabio posible.

Respiro, cierro los ojos y hallo en mi laberinto mental el deseado monasterio que contiene en su interior mi tan ansiado silencio. Franqueo sus devotas puertas. En ese preciso instante todo se desvanece y vuelvo a encontrarme en mi gris existencia gracias a dos palomas en celo que revolotean en el balcón buscando un lugar para hacer un nido.  ¡Justo en mi balcón! Dicen que son boludas. Yo no lo creo. Las muy ladinas depositan ramitas sobre la butaca que de chiquita usaba mi cuando viajábamos en el auto. Tengo la suerte de vivir en un barrio lleno de fresnos amables y frondosos que podrían elegir a discreción, pero eligen la butaca en desuso, que está en el balcón de MI casa y las desgraciadas van y vienen llevando ramitas, revoloteando, yo ahuyentándolas y buscando mil recursos para que NO vuelvan y sin embargo vuelven tenaces, buscando cumplir su propósito reproductivo.

A la mierda todo, el nido, las palomas, las ramitas y mis ganas de buscar un momento liviano donde fluir en letras que deberían ir a tus ojos como una caricia, pero estas interrupciones solo te propinarían cachetadas en sílabas.

Todo es cumpla de la primavera. No sé por qué se conmemora el comienzo de la primavera. Para mi esta estación no se celebra, se pasa como pasamos la nochebuena, la navidad y el año nuevo. En esta estación todo se hormoniza. Todos quieren garchar con todos. Una orgía total entre el reino animal vegetal y también el inorgánico.  El polen, el viento, las palomas, los picnics, los sanguchitos de miga con hormigas coloradas, el jugo de naranja diluido volcado en el pasto. Todo entra en la mezcladora orgásmica de las flores, las mariposas y, por supuesto las dos putas palomas que piquetean mi búsqueda de serenidad. Odio la primavera.

Dejo que todo se calme. Vuelvo a buscar en un imaginado lugar ese necesario silencio interior que busco oler como un sahumerio importado de Varanasi. Siento que voy por el camino correcto.  Visualizo un enorme Buda de piedra ubicado en un olvidado templo en algún lugar del Asia. Respiro el aire húmedo y admiro el techo de esmeralda que me bendice con su fresca sombra. Adopto la postura de medio loto y, sumergida mi mente en esa paz, mis manos, en este lado corporal, comienza a garrapatear en blancas hojas la respuesta que te merecés.

Empero, en el lado mental, la rueda del dharma se rompe. El silencio, tan perdido y tan recuperado, se astilla en mil pedazos filosos. El Buda imaginario abre los ojos muerto de susto y se hace arena. Mi posición de medio loto se marchita por completo. Mi yo entero nuevamente aquí, atascado, sin fluir y sin poderte responder.

Me trae de vuelta a mi realidad sin luz un coro de libertad que atraviesa el balcón desde la otra manzana, más precisamente, de la comisaría del barrio. Razones de política criminal dispusieron que sus calabozos alojen a los presos evangélicos. Debo tomar nota mental de no intentar buscar lugares imaginados entre las nueve y media y las diez de la noche. A esa hora, de modo religioso y pertinente, los privados de libertad se liberan de sus calabozos a través del canto y la alabanza al todopoderoso. Lejos están esos cantos de los gregorianos y muy cerca de la barra brava de Central Córdoba.  Si la ley del hombre los confinó a unos pocos metros cuadrados por sus pecados, Jesucristo redentor los libera de todo límite para la eternidad postrera. Y ellos cantan a todo pulmón felices y redimidos mientras yo puteo haberme ganado un coitus interruptus en un sorteo en el cual compré todos los números de perdedor.

No tengo por hoy más ganas de imaginarme un lar de paz buscando aquel lugar donde cosechar frutos que no puedo sembrar. Discúlpame el ayuno que te envío y el hambre con que te dejo. Prometo mejores banquetes. 


Tuyo siempre.

 

Mariano

domingo, 17 de septiembre de 2023

EL CUADRADO MAGICO

 

EL CUADRADO MAGICO

El barrio de Abasto es un cuadrado. Sus límites se encuentran bien definidos en el catastro municipal.  

Al norte limita con el centro rosarino, un círculo del infierno que el Dante no contabilizó en su Divina Comedia. Una hoguera de vanidades, bocinas y almas ahogadas en la desesperación.

Al sur limita con el barrio Hospitales. No se sabe si a partir de allí empieza el sur profundo de la ciudad, o si el sur profundo es un poco más allá. Pero siempre hay más sur para cualquier sur.

Hacia el oeste limita con el Parque Independencia, esa jungla en decadencia, un pulmón citadino con sus alvéolos cada vez más deteriorados donde la gente busca echar raíces con los pies descalzos una tarde cualquiera.

El límite del Este es complejo Desde hace añares y por motivos olvidados la gente de los barrios de Abasto y de República de la Sexta viven en una tensa guerra fría. Calle San Martín es un polvorín. En las viejas casas aún hay antiguos vecinos pertrechados con bayonetas en las terrazas y, bien disimuladas, subsisten viejas casamatas de hormigón que almacenan pólvora y cartuchos de dinamita porque en cualquier momento estalla todo.

Pero veamos lo de adentro.

Si tenemos la dicha de morar en sus vericuetos el barrio se explicará en el día a día mostrándonos una magia que está privada a los corazones de los ocasionales transeúntes que pisan sus baldosas.

A poco de vivir entre sus manzanas podrá advertirse que el tiempo fluye como cuando se vierte la masa de una torta en un molde. En el ejido todo transcurre en cámara lenta. Las ansiedades, las locuras y los apuros de todos se calman de tal manera que cada vecino puede tomar los propios y los ajenos amorosamente sanarlos en una charla en la vereda cebando mates eternos.

Cualquier vecino del Abasto puede revivir sus anteriores presentes. Siempre pueden volver al primer baile del Club Buen Orden, al primer beso en la Plaza Libertad, o a la vigesimosegunda desilusión amorosa en antiguo Cine Sol de Mayo. Es común verlos meditando como budas sentados en la vereda viviendo otra vez aquellos presentes todas las veces que deseen.

Abasto tiene sus atardeceres y sus lunas llenas patentadas. Fuera de los límites habrá otros atardeceres, otras lunas llenas, pero que no son las mismas. Discernir tal distingo lleva tiempo, quizás toda una vida viviendo aquí, o mudarse para siempre a otro barrio. Juan Manuel, el poeta del barrio intento dijo sobre la luna:

La luna pertenece a

los barrios donde se posa.

Aquí, la luna del Abasto.

Una luna china y fumona

que con rasposa resaca

aguarda un amanecer

de despedida y de tumba.”

En horas tempranas, la gente barriendo la vereda son los verdaderos dueños del mundo. Al alba, entre barrida y barrida, el vecindario más antiguo, en consejo de escobas, deciden una guerra en los Balcanes, eligen los números del quini seis o ejecutan el presupuesto nacional. Quizás estas líneas hayan sido decididas ayer, a las seis y cuarto de la mañana entre dos vecinas de Pasco y Sarmiento juntando flores de fresno a los primeros rayos del sol y otros tres vecinos de Ocampo y Dorrego hayan decidido que estés leyendo estos secretos. Mañana, no lo sé, podré contarte otros y tú leerlos.

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

UNA ESQUELA

 

UNA ESQUELA

Te veo bien. Aún cuando estás con un silencio de iglesia y tu alma se sumerge en universos paralelos, te veo bien. Se bien que cuando tu mirada se pierde hacia la nada no estás en ninguna nada. Estas en ese mundo único que es el tuyo. Andá a saber qué estás buscando o donde estas fluyendo en esos momentos.

Es normal que de a rato desaparezcamos de este mundo hasta que una picadura de mosquito o una enfática interjección nos devuelva a estos pagos. En esos momentos es donde más estamos conectados con lo que somos y lo que deseamos. Y digo mal cuando digo desaparecer. En verdad nos encontramos con nuestros abundantes mundos.

La música. El silencio, que también es música. La compañía y la soledad, que es acompañarse a uno mismo. Todo eso necesita.

En la vida nos bañamos de realidades que nos asean de ficciones. La vida da siempre sorpresas como en la perinola: Te quita, te pone, un poco, o todo, o nada. Pisá con cuidado en cada paso que des. Vas a tropezar, pero te vas a levantar. Cada vez que abras una puerta, por respeto a lo que dejás detrás, no te olvides de cerrarla.

Cuidá siempre tu nombre y seguí buscando cosas en esos mundos tan tuyos. Te salvará.

 

jueves, 17 de agosto de 2023

LA LIBERTAD AVANZA

 

17 de Agosto. Día del Libertador General San Martín. Libertador de Argentina, Chile y de Perú.  Agosto del año 2023. La Libertad Avanza consiguió un tercio de los votos del electorado. Sus consignas de libertad están tan alejadas de aquella otra libertad como si de una ironía se tratase. Fue esa misma libertad la cual permitió elegir una plataforma política que propone, lisa y llanamente, eliminar todo aquello del Estado que no reditúe.

Próximos a tener 40 años ininterrumpidos de democracia cabe preguntarse ¿Cómo es posible que un partido así haya cobrado auge?

Como respuesta se pude ensayar que eso no hubiera sido posible si los anteriores gobiernos precedentes, incluido el actual, no hubieran estado mirando para otro lado cuidando su ojete y su tajada de poder olvidándose de la gente, esa misma gente que, escupida por izquierda y por derecha, apelan al tango cambalache y les da lo mismo un burro que un gran profesor o la biblia junto al calefón.

Cosas así pasan cuando el pueblo no tiene audiencia. Confía en un candidato, éste lo traiciona, confía en el otro candidato también los traiciona. Harto y desencantado, la población más golpeada en su estima y en su economía, ayunos de toda esperanza y sintiendo que no tienen nada que perder optan por aquello que huele a nuevo, a descontracturado, a ruidoso, poco respetuoso de las formas. Alaban a un abalorio que los deslumbre entre tanto puñal clavado por la espalda.

En ese foso que la grieta dejó, al amparo de su insondable profundidad irreconciliable, nació una entidad nueva. En esa misma profundidad que ningún puente pudo unir, donde sólo el horror caía sin conocer suelo firme, se erigió como un obelisco grotesco una opción que amalgamó las frustraciones que los irreconciliables continentes contenían. Encandilados por su verba y sus ademanes histriónicos, los habitantes de uno y otro lado decidieron arrojarse a esa maravillosa e irresistible singularidad.

No los une el amor, sino el espanto. La tierra ya no es promesa de nada cuando la cosecha prometida es hierba amarga. Ante esa perspectiva, un monstruo promete una dulce incertidumbre.

 

domingo, 21 de mayo de 2023

AMITO PEDRO

 El último de 50 latigazos cayó sobre mi espalda. Así terminó el castigo dispuesto por el gran amo. Me desataron del palo y caí desplomado en el suelo polvoriento del campo de tormentos. Desde allí divisé el patrón y a su derecha, en su silla de ruedas a mi amito Pedro, quien a la sazón era mi verdadero amo. Fui regalado por su padre en ocasión de sus quince años. Pobre niño, atacado de pequeño por una extraña tara que mermó su motricidad y le quitó el habla. Pobre niño, consentido y amparado por sus padres quien halló consuelo de sus limitaciones en una aguda inteligencia y capacidad de detectar en las almas ajenas su punto más débil a la hora de infligir una crueldad sin igual. Detrás de su silla de ruedas se hallaba Cirilo, ese monumental toro trigueño convertido en su guardián y en el brazo ejecutor de sus depravaciones.

El amito Pedro es muy celoso con sus posesiones. Pude ver desde el suelo el brillo rabioso en sus ojos, un agitar nervioso de sus dedos y espumarajos que escapaban de sus dientes retorcidos. Fui levantado del suelo por mis pequeños hijos quienes me dieron de beber un poco de agua. Cirilo se llevó al amito Pedro quien emitía sonidos de animal herido mientras se alejaba con el resto de la comitiva. En el rancho, mis retoños curaron las heridas con paños y emplastos de hierbas. En unos días ya estuve del todo repuesto.

Una noche, en lo más profundo del sueño, el amito Pedro y Cirilo, se apersonaron adentro de mi rancho.  La inmensa mole de Cirilo se agachó en mi lecho y me dijo: “El amito Pedro ha visto que usted sufre más con los castigos del gran amo que con sus castigos. Amito Pedro lamenta que los castigos que piensa para usted no sean de su agrado y me dice que esta noche lo solucionó”.

Los  ojos del amito Pedro brillaban de gozo, una potente erección brotaba de su entrepierna, una risa aullante salía de sus dientes retorcidos y se mezclaba con los gritos de mis hijos y de sabuesos hambrientos allí fuera en la noche oscura.

jueves, 11 de mayo de 2023

LA HIJA DE LA LAGRIMA

 Sus padres se enamoraron en una confusión. A él le gustaba el café sólo y no admitía en su paladar otra infusión. Un día equis la lluvia lo obligó a entrar a las apuradas a un bar ajeno a sus costumbres. Como todos los días de aguaceros, la lluvia llama al café y éste llama a la lluvia. Se sentó donde podía y pidió su café solo sin mirar a la moza. Aquel día no había sido el mejor de su vida y la lluvia no ayudaba en absoluto. Se aisló en su celular hasta que llegó la moza con una lágrima en jarrita. Rojo de cólera se dignó al, fin, a mirar a la moza. Fue amor a primera vista. Así me lo contó la hija de los protagonistas de esta historia.

jueves, 4 de mayo de 2023

UN LINDO REGALO

Nació feo. Sus compañeros le decían: "Cuando te cases, te vamos a hacer un lindo regalo". Feo y todo, un día se casó en el mes del medio aguinaldo.  Esclavos de sus palabras sus compañeros, ese día, tuvieron que hacerle un lindo regalo.

lunes, 1 de mayo de 2023

VIVIR SIN TRABAJAR

 

Creo que la libertad más dulce para un hombre en la tierra consiste en poder vivir, si lo desea, sin tener que trabajar.” Salvador Dalí

 

He visto gente trabajadora a la que obligaron a jubilarse y se murió. He conocido otra gente que trabajaba para tapar sus infortunios no sanados. Supe de gente que amaba su trabajo porque su labor era parte de su felicidad. Otros tantos he visto que trabajaban, ora por amor al dinero, ora por trepar a una palmera buscando el fruto del poder.

Los habitantes de la isla de utopía debían dedicar al trabajo sólo seis horas. Sacadas las ocho horas de descanso, el habitante usaba sus horas restantes para lo que le plazca, un tiempo de ocio que, sin caer en la holgazanería o voluptuosidad podían dedicarlas al cultivo de la contemplación o el aprendizaje variopinto.

Nosotros, nunca habitantes de la isla de utopía, conmemoramos el día del trabajador mediante el ocio. Es feo decir celebrar porque en Chicago, años ha, hubo mártires que parieron este día.

Descreo ese dicho que dice que el trabajo dignifica al hombre. Esa frase tenía algún sentido antes del capitalismo, cuanto en lugar de trabajo existían oficios. Si creo, en cambio que el oficio dignifica al hombre.  El oficio lleva implícita la idea del trabajo, pero no al revés.

Un oficio es trabajo, pero también es arte, ciencia y conocimiento. Tal es el caso del Trenzador de Güiraldes: “Núñez trenzó, como hizo música Bach, pintura Goya, versos el Dante”

En la Biblia el trabajo es un castigo por haber contravenido órdenes divinas de no comer cierto fruto “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. A lo mejor dios morigeró la condena al permitir un oficio, creo, pienso.

En algún momento la conformación de la economía necesitó otra forma de hacer las cosas y dejó de necesitar de los oficios y sus artesanos. Fue necesario separar el trabajo del oficio y desde allí el trabajo pasó a ser sólo trabajo, una actividad sin alma, sin dignidad, pura repetición, pura monotonía a cambio de un salario.

En ese contexto aún subsistía la dignidad de ganar el pan y llevarlo a la mesa, pero a costa de la dignidad humana, salarios paupérrimos, interminables jornadas laborales y ningún derecho extra. Por otra parte, gente que no transpiraba y cada día acumulaba oro flotando en el sudor de los otros.

Desde allí se sabe, revoluciones obreras, nuevos sistemas políticos y alianzas obreras buscando la dignidad y los derechos arrebatados. De allí quedó este día ganado que celebramos con ocio.

Cuando los trabajos vuelvan a ser oficios habremos obtenido la dignidad perdida con el sabor de lo recuperado

Ese día podremos vivir, si lo deseamos, sin trabajar.

miércoles, 22 de marzo de 2023

SON COSAS

Un día de sol es sólo eso: Un día soleado.
Una luna llena es sólo un satélite en el que rebota luz ajena.
Una lluvia es agua que cae por condensación de vapor y atraída por la gravedad terrestre.
El mar es sólo un montón de agua en la superficie del orbe.
Una montaña es un accidente geográfico: Un montón de rocas elevadas.
Un río es un montón de agua que fluye al mar que, como dije, es otro montón de agua pero salada.
Un ser vivo equis es una cosa orgánica que nace, se reproduce y muere.
El planeta Tierra es un planeta más entre otros. Apenas un pálido punto en el universo.
El universo mismo es una cosa en la que estamos o eso creemos.
Son cosas, un montón de cosas que están desde siempre ahí, embobándonos como siempre y como siempre motivándonos a contemplarlas, a ser objeto del arte, de la ciencia, de la cultura y de la más excelsa pelotudez humana también.
No sé por que todo ese montón de material, de a momentos, se nos vuelven cosas únicas y las tenemos en el estante de nuestras biografías como una colección de souvenires inútiles que algún viajero amoroso nos trajo de por ahí.
Creo, sin equivocarme, que todas esas cosas no tienen culpa alguna.
Son nuestras historias, estúpido.
Un día soleado es solo eso hasta que un día soleado te enamoraste por primera vez o se murió un ser querido. Un día de sol desde ahí es otra cosa
Una luna llena sentiste la pérdida o encontraste tu primera melodía y la luna llena es otra cosa.
Un día de lluvia conseguiste una larga meta o te enteraste un diagnóstico. Un día de lluvia es, entonces, otra cosa.
Y así con todo.
El universo, el mundo, son cosas llenas de cosas que nosotros teñimos con nuestros pequeños mundos.


domingo, 19 de marzo de 2023

La Calor 2

 

Casi un mes de sofoco. Un fuego imperdonable. Un calor ingobernable. Un calor que nos tiró por el piso sintiéndonos un boxeador que perdió el titulo del mundo, noqueados por una abominación climática.


En la mayoría de las culturas, el calor está asociado a la vida, al nacimiento, a la fecundidad, a la fructificación, a la seguridad. El fuego era el refugio de los primeros hombres cuando el sol desaparecía, y allí crecía la vida, la sociedad y toda esa porquería llamada humanidad.


Todos ven en el verano el soplo vital, ese que Dios usó para convertir en humanos a unos emplastos de barro moldeados por sus manos poderosas de alfarero del destino.


Yo veo en estos veranos el anticipo atroz que nos espera por habernos portado tan mal con la Pachamama. Nos hemos convertido en carne trémula arriba de una plancheta en cocción lenta, tan lenta que tiende a infinito. No nos damos cuenta que pasamos del rojo al marrón. Es difícil ser team verano.


Si queremos exculpar al verano propongo crear una quinta estación. No sé qué nombre ponerle, pero sugiero como fuente de inspiración para ese propósito la Divina Comedia. De allí imaginar un nuevo círculo del infierno de dantesca denominación o bien un purgatorio más severo que el del poema el cual, obviamente radica en este plano terrenal y en este tiempo presente el cual en nada ensalza la vida considerada como un fin en sí mismo.


Veamos:


Escasea el agua. Los ríos se secan, las napas se secan, la lluvia no llueve y si sale agua de la canilla está marrón o causa cáncer. Solo resta pagar bidones que suelen estar peores que el agua de la canilla y el aguatero se olvida de pasar.


La electricidad merma por históricas demandas y también por históricas incompetencias gubernamentales, por hijos de puta que prenden aires acondicionados – artículo de lujo - a 17° y por las comunes ambiciones empresariales.

El sol es cancerígeno para aquellas personas que deciden convertirse aceleradamente en pasas de uva en pleno mediodía.

Los efluvios y miasmas emanan por doquier en cantidades siderales de las alcantarillas, las axilas y las entrepiernas.


Insectos bíblicos y enloquecidos, nacen, crecen y mueren en proporción geométrica y pican, infectan y zumban como si no hubiera un mañana.


Cocinar es un crimen. Prender una hornalla es homicidio calificado. Prender el horno es genocidio. Solo resta comer crudivegano – gérmenes patógenos que nos comen desde adentro - o ultraprocesados – diabetes 1 y ACV.-


Si a este cuadro se le suma en ciertas regiones la humedad ambiente esas regiones son cajas de petri o erlenmeyers en la cual todos seremos alimentos de hongos fosforescentes bípedos que, tarde o temprano conquistarán el orbe. La humanidad será extinguida por un gran reemplazo de seres fungiformes. El futuro es de los hongos. Para las regiones secas el destino es ser un gran secadero donde la humanidad se convertirán en momias que testimoniarán tiempos horribles en el futuro.


Sin dudas, nos extinguiremos de un modo más cruel que aquél por el cual se extinguieron los dinosaurios.

Mientras el verano sea verano ésta será una estación feliz solo para les giles que se sacan selfies y ponen “playita” o “pile”. El resto es puro camino a la extinción.


El invierno es la única salida política posible.