UNA ESQUELA
Te veo bien. Aún
cuando estás con un silencio de iglesia y tu alma se sumerge en universos
paralelos, te veo bien. Se bien que cuando tu mirada se pierde hacia la nada no
estás en ninguna nada. Estas en ese mundo único que es el tuyo. Andá a saber
qué estás buscando o donde estas fluyendo en esos momentos.
Es normal que de
a rato desaparezcamos de este mundo hasta que una picadura de mosquito o una
enfática interjección nos devuelva a estos pagos. En esos momentos es donde más
estamos conectados con lo que somos y lo que deseamos. Y digo mal cuando digo
desaparecer. En verdad nos encontramos con nuestros abundantes mundos.
La música. El
silencio, que también es música. La compañía y la soledad, que es acompañarse a
uno mismo. Todo eso necesita.
En la vida nos
bañamos de realidades que nos asean de ficciones. La vida da siempre sorpresas
como en la perinola: Te quita, te pone, un poco, o todo, o nada. Pisá con cuidado
en cada paso que des. Vas a tropezar, pero te vas a levantar. Cada vez que
abras una puerta, por respeto a lo que dejás detrás, no te olvides de cerrarla.
Cuidá siempre tu
nombre y seguí buscando cosas en esos mundos tan tuyos. Te salvará.
0 comentarios:
Publicar un comentario