miércoles, 18 de agosto de 2021

Nordelta es Afganistán

  Nordelta es Afganistán y los carpinchos sus talibanes. Así como se los ve, dóciles y con cara de nada, los carpinchos son seres sumamente inteligentes y saben que en ese exclusivo barrio reside el poder de la Argentina. Comer flores, morder mascotas dolarizadas y asolar los caminos, es sólo el comienzo de una gigantesca revolución de la madre naturaleza. Pronto devorarán a los herederos de los ricos y a los ricos tambíen y se apoderarán de sus claves bancarias y e invertirán todos los activos de las personas más ricas del país en criptomonedas para descalabrar las finanzas mundiales y así llevar a las poderosas industrias contaminantes al colapso definitivo.


Su líder se llama José Gervasio Ortigas y desde su guarida secreta del ojo del delta instruye a sus huestes las instrucciones del aceitado plan. No le interesa apuntar a los poderes políticos. Sabe que los poderes, sin dinero, no son poderes como tales. Pero ¿Cuál es su misión? Luego de arduas negociaciones, el líder de la ofensiva accedió a brindar unas escuetas palabras para dar a conocer sus objetivos al mundo entero, las cuales transcribo a continuación:


Nuestro norte es volver a que la naturaleza sea el imperio verdadero. No es contra los hombres” - dice - “Es contra las ficciones que los hombres construyen para ser felices y hacia allí debemos apuntar” - manifiesta - “El dinero es ficción, este lujo irreal de Nordelta es ficción y la necesidad de trabajar es una gran ficción y ese es nuestra estrella, destruir las supercherías. No obstante necesitamos valernos de esas ficciones para ganar la guerra de la civilización y por eso decidimos atacar a los humanos más aferrados a los fetiches del capitalismo, atacar sus lujos vanos y sus residencias fastuosas, nos apoderaremos de su dinero y con su dinero derribaremos los fantoches que enarbolan diariamente. Y atacando a estos pocos poderosos liberaremos a esos pueblos del llano para hacerlos libres y procurar que vuelvan a la naturaleza, a esa comunión con la madre natura que se ha perdido con los siglos”


Según parece los planes de los carpinchos van muy en Serio y ya están tomando estado público y han desaparecido demasiadas mascotas en Nordelta de las cuales se piden rescates sustanciosos.


Ampliaremos.


sábado, 14 de agosto de 2021

CUENTO ZEN 1

 A la primera luz de la mañana el maestro Torobuchi se encuentra sentado en la lisa piedra contemplando los rayos del sol en la sonrisa de Buda. Sentado enfrente se encuentra su discípulo, el párvulo Mikado, presto a recibir como un papel secante, las nutritivas enseñanzas del maestro.


-Veremos, joven Mikado, si has practicado la plena presencia. Anda, cuéntame detalladamente acerca de ese recital de flauta que hemos visto anoche.


- Maestro. ¡ Todo lo recuerdo! El sereno fluir de las notas. Los labios de la ejecutante. Eran rosas y frescos como las flores de sakura. Su quimono púpura con grandes ruiseñores rojos y dorados y su pelo negro como el barro en el que crece el loto. La melodía, maestro, esa melodía, que me arrancó lágrimas y suspiros desde el principio hasta su fin. El aire cálido, la tenue luz de las velas, la flauta de bambú y la sonrisa de Buda que todo lo ilumina. Su serena atención a la melodía y su cara de pacer desaparecer en cada nota que se esfumaba en el aire, pero que impactaba en en el ser. Y me recuerdo filmar todo eso con el celular maestro, ejerciendo la total presencia del momento presente.


- Mikado, joven educando, no has aprendido nada del estar presente anoche por que ni siquiera estuviste allí. Has mirando como un zopenco durante dos horas la pantalla de tu celular procurando filmar bien algo que no has visto con tus propios ojos. Nunca estuviste presente para el momento del recital. Estuviste presente para mirar como un paspado tu celular. Si no miras con tus ojos, no miras, solo registra lo que luego olvidarás. Y ahora vé a preparar el desayuno.


-Si Maestro.