domingo, 30 de noviembre de 2008

CUCURTIANA 4 - APOLOGÍA PARA WASHINGTON CUCURTO


(…) escribo como un entretenimiento, para divertirme y divertir a un grupo de osados lectores semianalfabetos. (…) yo no escribo lo que escribo, no soy más que un copión, “un escuchón que escribe todo lo que escucha”, la calle es la verdadera autora, o en su defecto, los borrachos de los bares, la prole motorizada que día a día puebla los colectivos de la ciudad con rumbo incierto, las frenadas de los autos, la risa de mis compañeras de la carto, los ruidos de la cumbia, el ladrido de los perros, el llanto de los críos, la puta dominicanas del Consti, las luchadoras sociales que siempre me acompañan, los correctores, traductores, editores y toda la runfla de la gran industria editorial argentina. No me tomo a la literatura en serio, no me puedo tomar en serio estas ocurrencias mías, ni las del travieso Copi, ni la ironía servil del viejo Borges, ni toda esa pelotillehue sensible de Proust Marcel que todo lo que hace es tardar siete tomos de ochocientas páginas cada uno en salir del closet. ¡Ay putito del culo, si te hubieras hecho coger un poco más en vez de gastar tanta tinta y hacer talar tantos árboles que los bosques adornan”

Washington Cucurto
1810 - La Revolución de Mayo vivida por los negros



Hoy terminé de leer el libro del cual extraje el párrafo transcripto. Las entradas anteriores a ésta, fueron, en cierto modo, un pequeño homenaje a este escritor. Su 1810, es, como él dice, la historia de una revolución inexistente, y lo que no existe ¿cómo puede contarse sino es inventándolo o tergiversándolo todo? Y así la revolución de Mayo es un verdadero cuadro surrealista, bizarro, colorido, orgiástico e irreverente.

"En 1810 en la aldea junto al Plata, no reina la calma: un general José de San Martín, pansexual, contrabandista y fumanchero, es el protagonista de esta historia, junto a miles de descendientes del Africa a quienes libera en Buenos Aires para desencadenar una orgía sexual, social y política que dejará todo patas para arriba". Nos dice la contratapa del libro.

No espere ud, querido lector, encontrar aquí algo sublime, pero sí algo distinto. Creo que Cucurto, la tiene más clara que unos cuantos literatos que sólo se quedan en el molde delineado por los grandes maestros de la literatura y ni siquiera se atreven a darlos vuelta. Creo que de eso se trata, de cagarse un poco en todos los maestros y echarse a volar libremente, aunque los de tierra nos quieran bajar a gomerazos, por que, definitivamente, lo "bueno" o lo "malo" del arte, sólo lo dirime la permanencia en el tiempo, a él, entonces, su último veredicto.

Por sino sabían, Cucurto también fundó un sello editorial: "Eloísa Cartonera". Si se toman el tiempo de visitar la página, sabrán de qué se trata.

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