"Papá había insistido en traer estos papeles, con este
propósito. Los fue arrojando al fuego, uno a uno, con aire de
satisfacción y explicó a los chicos qué significaba todo eso.
—Ya es hora de que os diga unas pocas cosas. No fue
justo, me parece, que os las haya ocultado. No sé si entenderéis,
pero tengo que decirlo, aunque sólo entendáis una parte.
Arrojó una hoja al fuego.
—Estoy quemando toda una manera de vivir, de la misma
forma que otra manera de vivir se quema ahora en la Tierra.
Perdonadme si os hablo como un político, pero al fin y al cabo soy
un ex gobernador; un gobernador honesto, por eso me odiaron. La vida
en la Tierra nunca fue nada bueno. La ciencia se nos adelantó
demasiado, con demasiada rapidez, y la gente se extravió en una
maraña mecánica, dedicándose como niños a cosas bonitas:
artefactos, helicópteros, cohetes; dando importancia a lo que no
tenía importancia, preocupándose por las máquinas más que por el
modo de dominar las máquinas. Las guerras crecieron y crecieron y
por último acabaron con la Tierra. Por eso han callado las radios.
Por eso hemos huido...
»Hemos tenido suerte. No quedan más cohetes. Ya es
hora de que sepáis que esto no es una excursión de pesca. He ido
demorando el momento de decirlo. La Tierra ya no existe; ya no habrá
viajes interplanetarios, durante muchos siglos, quizá nunca. Aquella
manera de vivir fracasó, y se estranguló con sus propias manos.
Sois jóvenes. Os repetiré estas palabras, todos los días, hasta
que entren en vosotros."
(...)
"—Ahora, os voy a mostrar los marcianos. Venid todos.
Ven, Alice —dijo papá tomando a mamá de la mano.
Michael lloraba ruidosamente, y papá lo alzó en brazos
y todos caminaron por entre las ruinas, hacia el canal."
"Llegaron al canal. Era largo y recto y fresco, y
reflejaba la noche.
—Siempre quise ver un marciano —dijo Michael—.
¿Dónde están, papá? Me lo prometiste.
—Ahí están —dijo papá, sentando a Michael en el
hombro y señalando las aguas del canal.
Los marcianos estaban allí. Timothy se estremeció.
Los marcianos estaban allí, en el canal, reflejados en
el agua: Timothy y Michael y Robert y papá y mamá.
Los marcianos les devolvieron una larga, larga mirada
silenciosa desde el agua ondulada..."
El picnic de un millon de años - Crónicas Marcianas
1 comentarios:
Es lo mismo que le dije a mi familia cuando recién llegamos a este planeta... ¿Tierra, le llaman?
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