sábado, 5 de mayo de 2012

CHAU GUARDIOLA


El siguiente es un párrafo de un libro que leí en pedo a través de un sueño que tuve después de una larga borrachera hace muchos años atrás. O sea, a ver, que se entienda, estaba en pedo en el sueño y fuera del sueño. No me hago cargo de lo que aquí transcribo sea la realidad real de lo que pude leer, por que como si fuera poco, el libro era una versión traducida del latín que a su vez vennía de una versión que estaba en griego y su autor escribía en un dialecto arameo, aparte el libro estaba mimeografiado medio maleta:

Desde la ventanilla me pareciera estar viendo hacia el oeste el cielo del cuadro “El Grito” de Munch. Los objetos más cercanos del paisaje que se sucede contrastan son de color negro, siluetas que se definen en el fondo anaranjado crepuscular. Las luces de sodio de la autopista y de los pueblitos aledaños son pequeños fuegos que no queman. Nubes altas como cerúleos vampiros aletean imperceptiblemente y parecieran caer sobre la tierra como si ésta fuera el cuello de un gigante dormido. Un mundo se duerme y otro mundo nace. Esta es la hora en que la transformación explota. Se duerme y se despierta. Se despierta y se duerme. Así, incesantemente, como siempre. Quiero ver a un cerdo volar a la deriva. Quiero ser un cerdo sin rumbo viajando a algún lugar. Lo peor que nos puede pasar es quedarnos estancados en un lugar. Solo nos salva tener adónde ir. Solo nos salva la libertad. Eso de tener un norte, un camino, es puro rigor. Y quiero esa libertad de cerdo, esa libertad de patitas cortas sobrecargadas de acarrear tocino que pesa al esqueleto. Hoy digo: Esta es mi libertad, y mi libertad es romper la brújula y escupir el Norte que las convenciones sociales nos imponen, chau planificaciones, chau proyectos, solo la libertad de no saber adonde ir, a la orilla del mar, a la boca de un volcán, a un abismo o al espacio exterior. La libertad es no tener que volver al mismo lugar. Hoy, el cerdito que soy, pisa el acelerador, y no le interesan esos guiñes de los autos de adelante ni las balizas que advierten.”

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