miércoles, 6 de junio de 2012

BRADBURY


"Papá había insistido en traer estos papeles, con este propósito. Los fue arrojando al fuego, uno a uno, con aire de satisfacción y explicó a los chicos qué significaba todo eso.
Ya es hora de que os diga unas pocas cosas. No fue justo, me parece, que os las haya ocultado. No sé si entenderéis, pero tengo que decirlo, aunque sólo entendáis una parte.
Arrojó una hoja al fuego.
Estoy quemando toda una manera de vivir, de la misma forma que otra manera de vivir se quema ahora en la Tierra. Perdonadme si os hablo como un político, pero al fin y al cabo soy un ex gobernador; un gobernador honesto, por eso me odiaron. La vida en la Tierra nunca fue nada bueno. La ciencia se nos adelantó demasiado, con demasiada rapidez, y la gente se extravió en una maraña mecánica, dedicándose como niños a cosas bonitas: artefactos, helicópteros, cohetes; dando importancia a lo que no tenía importancia, preocupándose por las máquinas más que por el modo de dominar las máquinas. Las guerras crecieron y crecieron y por último acabaron con la Tierra. Por eso han callado las radios. Por eso hemos huido...
»Hemos tenido suerte. No quedan más cohetes. Ya es hora de que sepáis que esto no es una excursión de pesca. He ido demorando el momento de decirlo. La Tierra ya no existe; ya no habrá viajes interplanetarios, durante muchos siglos, quizá nunca. Aquella manera de vivir fracasó, y se estranguló con sus propias manos. Sois jóvenes. Os repetiré estas palabras, todos los días, hasta que entren en vosotros."

(...)

"—Ahora, os voy a mostrar los marcianos. Venid todos. Ven, Alice —dijo papá tomando a mamá de la mano.
Michael lloraba ruidosamente, y papá lo alzó en brazos y todos caminaron por entre las ruinas, hacia el canal."

 (...)


"Llegaron al canal. Era largo y recto y fresco, y reflejaba la noche.
Siempre quise ver un marciano —dijo Michael—. ¿Dónde están, papá? Me lo prometiste.
Ahí están —dijo papá, sentando a Michael en el hombro y señalando las aguas del canal.
Los marcianos estaban allí. Timothy se estremeció.
Los marcianos estaban allí, en el canal, reflejados en el agua: Timothy y Michael y Robert y papá y mamá.
Los marcianos les devolvieron una larga, larga mirada silenciosa desde el agua ondulada..."


El picnic de un millon de años - Crónicas Marcianas
Ray Bradbury - 22/08/1920 - 05/06/12

1 comentarios:

Tony dijo...

Es lo mismo que le dije a mi familia cuando recién llegamos a este planeta... ¿Tierra, le llaman?