jueves, 30 de abril de 2009
LA ARGENTINA NECRÓFILA - 1º PARTE
martes, 28 de abril de 2009
FRESNOPATIA
- ¡Hijo de puta! ¡Enfermo! Solo a vos se te ocurre hacer depender mi vida de un árbol.
- Hijo de puta. Si. Enfermo. También. Pero, querida…original…original ante todo y este adjetivo último me redime ante todos los cielos y los infiernos que las boutiques de los credos intentan vendernos como recompensa para nuestra postrera vida. Es que… ¿Sabés qué pasa? Me cansé de esa clásica y quemada imagen de la horca improvisada en la rama de un árbol de la cual pendía el cuerpo de un ajusticiado como un fruto siniestro bamboleándose al compás del viento. ¡Horrenda y gastada imagen de los culebrones de Far West y me cago en Clint Eastwood y el llanero solitario! ¡Aiooooooooo Silverrr! Mierda, mierda pura carajo. Pero no, mi querida, mi crueldad para con vos no busca repetirse nunca. Soy un monstruo, pero un monstruo único y genial, un monstruo que te miente, pero que es honesto al decirte que te miente, un monstruo real y humano, humano, con todas las letras, con todos sus pares de cromosomas perfectamente alineados y en una armonía tal que ni la más estricta disciplina zen lograría. Soy original, mi vida, y lo original está más allá del bien y del mal. Soy impune a las categorías morales, a las éticas posibles y a toda esa cosa pelotuda que damos en llamar “alma”, “amor” y “humanidad”. La humanidad es colitis disfrazada de dignidad. Lo único que me importa es hacer lo que yo quiero, cuando quiero, por que quiero, con quien quiero y me importa poco si el otro no quiere por que solo me importo yo. ¿Y por qué con vos? Eso ni me lo pregunto, sólo se que se me dio la gana y chau, loca no hagás bardo. Así de simple, toda otra indagación es al pedo cuando se sabe lo que las ganas quieren de nosotros. En fin, te vas a morir de hambre si el árbol no se deshoja antes de que eso ocurra. Y chau, que tanto. Jodete.
- ¡Se trata de mi vida, guacho, dejate de joder un poco! ¡Te di mi guita, mis virginidades anteriores y posteriores, te di mi amor…!
- ME-IMPORTA-UN-CHOTO-TODO-ESO
- ¡ANIMAL!
- Pero único y genial
- Animal….
- Ahh bah bah bah, no es para tanto, tal vez se caen todas las hojitas y no pasa nada. ¡Siempre tan dramática mi sol! No te diste cuenta de algo...
- ¡Que!
- La esperanza
- ¡Qué pasa con la esperanza!
- A la esperanza, te la dejé, no te la robé como hice con toda tu fortuna que ahora es sólo mía. De ser un total hijo de puta te hubiera quitado hasta la esperanza. Pero no lo hice. Te la dejé. La esperanza de que pueda ser que el fresno de deshoje y no te mueras de inanición. Si el fresno queda peladito. ¡TÁ TODO BIEN!
- Maldito… el fresno tiene cincuenta años y una copa que cubre media cuadra. ¿De qué esperanza me hablás turro?
- De la única que tenés y que yo no te quité.
- ¿Lo harías? ¿Me quitarías toda esperanza?
- No, no tendría gracia para mí si así fuera. En la crueldad es un detalle esencia y sublime otorgar al desgraciado de turno una mínima posibilidad abierta a sus esperanzas de huir y alejarse de sus desdichas. Hablo de saber otorgarle una posibilidad remota, pero única, apenas visible en el horizonte de ese mar de iniquidades que sufre. Hay que saber darle esa libertad en forma de una oportunidad que le permita de un modo suficiente, oler, palpar, acariciar ese bien tan ansiado que es la felicidad, es, en ese momento, cuando ya está a punto de ser feliz, donde nuevamente tomamos a nuestro objeto de placer para hundirlo otra vez en el infecto charco de atrocidades que le hemos otorgado. Es como convidarle un caramelo a un niño y, cuando esta por llevárselo a la boca sacárselo de un cachetazo. Quien sabe lograr semejante maniobra, es un excelso artista del crimen y merece el Olimpo redentor de todo juicio y de toda moral.
- Pero… ¿me amás?
- Si, tontita, claro que te amo. ¿Viste que te dejé una esperanza?
- Ay, gordi, sos un osito rucucucú
- Chi, bueno, quedate sentadita en este taburete abajo del árbol y hasta que no se quede peladito peladito, no morfás ni un maní.
- Chi, te quedo muto.
sábado, 25 de abril de 2009
INSTANTE (II)
Abrirás los ojos para que la vida te acaricie
ante los ladrillos acostumbrados a cargar sus pesos
la almohada presa entre tus dedos duros
¿Qué segundo anuncia el siguiente suceso?
No puedes contar al espejo solamente lo que ves
y no es buen confidente tu baúl de recuerdos
entre todos lo edificios hay alguien que te piensa
Como una flor que madura en la mañana lenta.
Ya soportaste las astillas de las perezas clavadas en tus nervios
tus párpados se abrieron sólo para todo ese paisaje en el balcón
jueves, 23 de abril de 2009
CRÍSTOFER
Crístofer se levantó de la cama. Estaba bañado en sudor. Se olió la axila derecha y el punzante hedor propio de ese lugar moldeó su cara con un gesto fruncido denotando un asco insoportable que,al ser un olor propio, invita a comprobar infinitamente su insoportabilidad. Cosa similar hacía Crístofer con sus flatulencias. Cosa similar hacen todos los mortales, aunque algunos lo oculten más que otros bajo los velos morales. La chapa del rancho hervía y se quejaba molestamente al dilatarse cuando el sol pegaba directamente sobre el metal y al contraerse cuando alguna nube solitaria y peregrina bajo el celeste infinito daba un poco de sombra y tregua en aquella tarde de enero, mes muerto para los vivos y hasta – pareciera – para la muerte misma en una ciudad donde los que no pueden acceder a la parte de la programación vital llamada vacaciones están en franca señal deespera a que algo cobre vida. Enero es como esperar un milagro en un cementerio para quien no tiene un “más allá” que la vuelta de su casa.
- Qué, ¿A mí no me cojerías como con la Belén?
Crístofer, transpirado, con la verga en llamas, cagado de calor y con pocas ganas de contestar, le bajó la bombacha a Vero, la puso arriba de la mesa, tirando el tereré al piso de tierra, se bajó el boxer, le tapó la boca a Vero y se la enterró hasta el fondo de su vagina, rasgándole el himen y haciéndola mujer al fin, meta y ponga treque treque, bombazo a bombazo, dos al hilo y listo el pollo. Desde el fondo de la pieza, detrás de la cortina, Belén gritó chinchuda y somnomienta " Dejen de hacer quilombo, boludos". Crístofer, se puso el boxer, buscó un pantaloncito y un par de ojotas adentro de la pieza y se fue a buscar un poco de agua a la canilla de la esquina. Habría que pedir otra cubetera por ahí y comprar otro sobrecito de jugo para reponer el tereré derramado que la tierra del piso del rancho ya había absorbido por completo, el dulzor del jugo había atraído a algunas hormigas que me picaban a Vero, que seguía viendo en la tele el mismo programa.
lunes, 20 de abril de 2009
CARNE = IDENTIDAD
jueves, 16 de abril de 2009
DIENTE LIBRE DE TERROR, PERO DEL BUENO
1.- Ir a escuchar a Alberto Laiseca y sus cuentos de terror, pero en vivo y en directo a la luz de la luna ausente. Cuatro cuentos de terror que nos hicieron cagar de risa. En fin, ocasiones que convalidan eso de que "no importa lo que ofrecés, sino en cómo lo hacés". La parte sublime: Lai contestándole a unos inoportunos ubicados barranca arriba del Parque España que le recriminaban boludeces: "Dejen de hinchar las pelotas, respeten a los presentes y dejenme laburar".
2.- Ir a comer tenedor libre de parrillada completa y pico libre de bebidas variopintas por $ 20 y muy, pero muy muy bien. Y les digo MUY BIEN. Tanto es así que no le hago chivo al lugar. Si quieren ir, me invitan a cenar ahí y les develo el secreto.
Les dejo un video por si no conocen a Laiseca, uno de los cuentos que contaba en un canal de cable bien conocido: