viernes, 3 de marzo de 2017

MANUAL DE ESTILO DEL GORDO

Breve marco teórico

Los preceptos que a continuación se expondrán intentan ser un esbozo perfectible de una serie de reglas que un gordo debe seguir. Es necesario aclarar ante todo que el concepto de gordo que aquí abordamos no refiere necesariamente a quien se encuentra excedido en peso. Antes bien, abordamos al gordo como aquella persona que asume respecto de los alimentos una actitud de plenitud y disfrute en exceso barroco que descarta la simpleza en su ingesta. Gordo es, para este manual de estilo, una persona que, a la hora de sentarse a la mesa, agota todas las posibilidades y combinaciones que el contexto alimenticio le puede ofrecer. Es destacable que las más de las veces el exceso de kilos suele coincidir con lo actitudinal. Pero es dable también que una persona con un peso equilibrado sea un gordo por actitud. El ser gordo, muchas veces, es inexorable, inefable, e inevitable.


MANUAL DE ESTILO DEL GORDO


  1. El gordo de cuerpo y alma SIEMPRE debe comerse la panera antes que llegue el plato principal.

  1. Un gordo NUNCA debe pedir menos de dos unidades de bebida durante la comida. Dos gaseosas, dos pintas, dos copas de vino, etcétera.

  1. Un gordo SIEMPRE deber tener lugar para un poquito más en su estómago. Y cuando no tiene más lugar, siempre debe tener lugar para el postre.

  1. Las infusiones deben ser consumidas como mínimo con dos sobrecitos de azúcar.

  1. La única fruta del gordo es la banana.

  1. A la hora de ir a la panaderia debe comportarse como un boy scout: siempre listo.

  1. A la hora de pedir helados debe evitar los sabores de agua. Vale como excepción un helado de agua acompañado de al menos dos sabores cremosos y contundentes.

  1. El gordo no sólo debe comer el helado. Debe comer también el cucurucho o el vasito de pasta que lo contiene.

  1. Los aderezos son la completitud de la comida. El tramo final que completa el círculo virtuoso de la comida del gordo. Sin ellos, a la comida le falta algo. Y al gordo también.

  1. Los licuados del gordo son siempre con leche.

  1. La sopa debe ser bien espesa y con queso. Todo lo demás con pretensiones de sopa para el gordo es agua sucia.

  1. En la heladería el gordo debe exigir el topping y la salsita para el helado.

  1. El helado del gordo debe ser un cucurucho del tamaño del obelisco o un cuartito generoso. Un solo gusto es de mal gusto.

  1. Sanguchitos: Triples sí. Simples NO. Lunch: Si. Copetín: No.

  1. Vermut: mínimo cuatro ingredientes de los cuales uno sí o sí debe ser queso en cubitos.

  1. Aperitivo antes de los asados: Obligatorio.

  1. La buscapina es la panacea del gordo.

  1. El gordo debe abstenerse de lugares donde los sandwiches no vengan acompañados con papas fritas.

  1. La ensalada, para el gordo,es un lubricante que premite el mejor tránsito de la verdadera comida.

  1. Un tecito después del almuerzo sólo debe ser visto como la antesala de las facturas con mate de la tarde.

  1. El queso es como el aire. Sin queso, el gordo muere asfixiado.

  1. Las pastas sin una salsa o sin crema, o sin queso causan depresión y alopecia al gordo.

  1. La comida que pida el gordo debe ser: mínimo la Especial, si es súper o lleva el nombre de la casa mucho mejor.

  1. Un buen gordo tiene su blanca heladera lleno de imanes de deliverys y es amigo de los cadetes y de quien atiende el teléfono.

  1. Cuando llueve, el gordo siente el llamado de la harina en su alma. Tortas fritas, buñuelos, bizcochuelo o pan casero, son el must del gordo en los días de lluvia.

  1. El aroma a pan casero remite siempre al primer amor para el gordo.

  1. El gordo es alérgico a la comida gourmet. El gordo es animal de bodegón.

  1. En sus viajes, el gordo digno de sí, debe probar cosas desconocidas, con nombres raros y rimbobantes. En cuanto a comidas, debe saber salir de su zona de confort gastronómica.

  1. A la vuelta de sus viajes el gordo de estirpe debe traer como combo básico: un dulce, alfajores, embutidos y conservas.

  1. Un buen gordo, después del almuerzo ya piensa en la cena. En la cena, ya piensa en el almuerzo. Y así.

  1. Un gordo que no suspira al hablar de una comida, no debe calificarse gordo.

  1. No pedir una entradita en el restaurante no es de gordo. Tampoco lo es no picotear antes de las comidas.

  1. La parrillada tiene achuras. Si no tiene achuras, es asado a secas.

  1. Las papas fritas JAMAS serán suficientes.

  1. Una comida con nombre simple no llama la atención del gordo. Un nombre lo atrae: Volcán. Torpedo. Rajacincha. Pizzanesa.

  1. Un gordo, a la larga, termina siendo cocinero, sólo para picotear durante la preparación de la comida.

  1. Un gordo, en la casa de la madre o de la abuela, moja el pancito en la salsa.

  1. El gordo consume alfajores triples. Jamás simples.

  1. El conito de dulce de leche es el dildo del gordo.

  1. Cuando el gordo dice que tiene hambre, en realidad tiene ganas de comer.

  1. El gordo consume lo light a libre voluntad, así engordan.

  1. Cuando va al nutricionista, lo primero que el gordo pregunta son cuáles serán los permitidos.

  1. Cuando en un bar le sirven el budín o el flan si al menos una cucharada de dulce de leche, nunca más vuelve a ese bar.

  1. En la madrugada, luego de hacer pis, el gordo va a la cocina.

  1. El gordo va de vacaciones con media pensión. Si en la cena no se puede repetir el plato, se siente estafado.

  1. Si viaja, el gordo elige los colectivos de larga distancia según la vianda que dan. Ídem con los aviones. Un gordo bueno jamás olvida una vianda mezquina.

  1. Con las multinacionales de hamburguesas, el gordo tiene sentimientos encontrados. Saben que las porciones son miserables en sus porciones, pero sucumben más de una vez a sus encantos.

  1. En los restaurantes tenedor libre el gordo pierde el norte y los otros puntos cardinales.

  1. Un gordo de ley admira a Guillermo Calabrese.

  1. Un gordo consciente no tiene culpa de comer. Y si tiene un poco de culpa, comienza running.

     51 Los dulces y la miel siempre con cuchara. Jamás con cuchillo de untar.