viernes, 9 de agosto de 2013

#explosiónenrosario

Volver a sembrar esta pradera por que no es posible dejarla estéril y en silencio. Pido perdón por llenarla de estas semillas amargas que arrojo al voleo. Pido perdón, por que no puedo dejarlas calladas en el patio de mi fuero interno. Es que el diario quehacer cotidiano ha mudado en cada uno de nosotros en un modo siniestro. Y no se puede sin locura disimular tal mudanza y menos sin razón ser ajeno al sentimiento. Rosario es noche y niebla en cada uno de sus movimientos. Y a cada uno de todos nosotros nos moja un dolor intenso que rebalsa de los que ya no pueden contenerlo. Es la misma agua de la misera que nos llueve a todos y que a todos nos impregna. Imposible ser ajeno. Todos somos tragedia. 

1 comentarios:

Unknown dijo...

Por acá tambien el dolor ha llegado y de muchas maneras, Lord.
Demasiado rapido, demasiado desastre, demasiado ruido (no estaba el horno para manifestaciones pero parece que no podian devolver el sponsoreo). Demasiado dolor en todo.