miércoles, 8 de febrero de 2012

MÁS ALLA DE LA MUCHACHA DE LOS OJOS DE PAPEL

Hoy, cuatro de la tarde, se me dio por escuchar "Para los árboles", un disco que iba dedicado a ellos justamente porque no quería dedicárselo a nadie, vueltas del destino y de la guadaña, fue dedicado a la memoria de  María Gabriela Epumer por su repentina muerte.

Hoy, seis de la tarde, un mensaje de texto, "Uh murió el flaco spinetta!". Tristeza. Cinco minutos después, otro mensaje "Q mala noticia mariano c nos fue un grande d la historia que lo conoci mucho mas con vos". Tristeza. Minutos después una llamada de mi hermano,  que enterado de la noticia y sabiendo mi admiración por Luis me llama por ese motivo". Tristeza. ¡Cómo se notaba que me gustaba la obra del Flaco que los que lo sabían se comunicaron por ese motivo!

A Luis lo admiraba por su creatividad, por que en cada disco que sacaba sabía que me deparaba una sorpresa y una emoción, sabía que me iba a romper algún esquema sonoro, sabía que en cada letra me esperaba una metáfora insólita, "El sol y la afeitadora eléctrica" "La pelícana y el androide" "El mono tremendo" "La luz de la manzana", melodías hermosas "Jardín de gente" " "Seguir viviendo sin tu amor", por poner ejemplos simplemente.
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"Que pongas el disco y te pasen múltiples cosas por la cabeza, que puedas soñar en parte con aquello que te imaginás y no podés expresar. Y uno, cuando termina un disco, a veces no sabe qué fue incapaz de articular dentro de eso. Y después empieza a notar…"Entrevista completa


Y no me interesaba que a veces me digan que "no era captable" o que no se lo entendía. Hace rato que tengo bien claro que ciertas cosas no están hechas para ser entendidas, sino para ser sentidas. Queden por allí los intérpretes y criptólogos de Luis, no fue un deporte que me interesa particularmente más que en lo anecdótico. Recuerdo en un chat de que hizo en un diario cuando una persona le preguntó qué significaba "Ya se ven los tigres en la lluvia" y el le respondió "Son Los Pumas jugando contra Inglaterra en Londres".

Luis hizo la música que quiso hacer, no la que le dictaban. Mucho tiempo estuvo hasta que Sony aceptó pagarle lo que él pretendía por su disco con Los Socios del Desierto, que estuvo tres años estancados hasta que logró lo que él consideraba justo por su obra. Cuidó su arte, por esos su canciones eran para él las "Cuentas de un collar" o "flores que debían cuidarse". Esa defensa de la independencia  de su obra, de su soberanía artística, es algo que no muchos artistas pueden profesar. 
"Cuando vos usás la música como una fuente de ambición para tu ego, para llenarte de dinero, hasta lo podés lograr. Y que tu canción la repita todo el mundo, también. Pero la belleza reside en otro lado, que no puedo especificar. Yo busco eso en todo lo que hago. Obviamente, a veces tengo que cortar un bife y ponerlo en la plancha, no es muy lindo de hacer." Entrevista completa

Pocos músicos como Luis me despiertan admiración, admiración por esos universos creativos infinitos, cabezones musicales como la talla de Prince, Frank Zappa, John Lennon o Bach, cada uno en su estilo y en sus épocas.  Es esa fuerza creativa, la originalidad, ese crear de la nada, el misterio de  las fuentes de la inspiración, el toque de varita mágica de las musas, el amasar ese barro tal vez, ese largo de forma mía, esa fina ropa blanca, la post crucifixión, la espuma mística, ese halo lunar.


Y esto será siempre así, Luis, quedándote o yéndote. Seguiré escuchándote aquí, allá y en todas partes. 

1 comentarios:

GISOFANIA dijo...

Ese jardín que nos dejó Luis Alberto, de senderos sonoros infinitamente multiplicados, de palabras del alma (la suya, fiel eco del "anima mundi"), de gestos humanos (demasiado humanos)... ahora es nuestro deber protegerlo, para que no muera, para que la hojarasca no lo invada ¡tamaña responsabilidad que excede nuestra miseria! Aunque sé que vos continuarás con la tarea, por amor a él y a su entrega.
[Un abrazo sincero, Mariano, ese que sólo la música puede comprender y contener]