domingo, 22 de enero de 2012

QUERIDO BLOG...

Te escribo para decirte que hace mucho que no te escribo, te iba a mandar un mail, pero me olvidé cómo se usaba porque ahora todo se arregla por el féis o el tuíter y se que vos no usás esas cosas y hoy dudo que uses el mail, pero al menos te escribo en una entrada para llegar a vos como quien quisiera llegar a la luz original del big bang, cosa que ni el hubble pudo hacer, pero yo quiero creer que es posible, tan posible como ganar el quini seis sin haberle jugado, por me considero de esos soñadores que sueñan con obtener lo imposible, si no es posible con la realidad, bien con el absurdo, como lo deseaban esos franceses locos de Jarry, Satie y Válery. Disculpá estas líneas hacia vós que son para mí, más bien, una excusa, una excusa para volver a vos, a violar este silencio al cual te arrastré con mis propios silencios y con mis fiacas de escritor amateur. Disculpame, repito, disculpame, la puta que te parió. Disculpame la puteada. Es que... es que.. no tenía ganas y sabés que escribir sin ganas es como rascarte sin que te pique, vení, sentate, que cerveza de por medio te voy a contar:  He tenido que irme de mí, mirarme desde lejos para volver otra vez,  mirarme y decirme frente a un espejo, "soy yo", creo que lo logré un poco algo bastante y en eso ando.  Me han pasado muchas cosas, pero no escribí por que estuve muy ocupado en que me pasen más que en escribir. Tengo un amor, coas muy intensas, te imaginarás y tuve que sentirlas demasiado como para andar poniendo a andar los dedos  en un teclado. Por lo pronto supe cosas de vos, querido blog, ahora dicen que un blog quedó para los profesionales o los que buscan ganar bicoca con un blog, las gentes que antes tenian un blog ahora tienen el féis o el tuíter, mucho más fácil que un blog que te exige un poco más. Pero aquí estamos, vos y yo, yo, expiándome en tí, como si acaso vos fueras alguien más, pero me doy cuenta cuán torpe soy, comencé con una epístola y terminé tomando una cerveza con mi blog, algún crítico vendría y me haría la observación, pero sinceramente, te lo digo, los comentaristas, a partir de ahora, me la fuman, y espero que les pegue bien. He necesitado, al igual que el almirante Irízar (antes del incendio),  romper el hielo contigo, y con ese mismo hielo me haré un fernet, un fernet que me transporte como la alfombra de aladino a buscar la flor del loto negro en los insondables abismo de los dioses primordiales de la mitologia de Lovecraft, a desandar las rutas con Dean Moriarty arriba de un Hudson  robado, a irme a extraer elixires y piedras filosofales con Paracelso en los boliches que frecuentan los alquimistas de turno. Ven, apuremos la cerveza, terminemos esto que empezó con una carta, y disfrutemos de ese fernet del que te hablo, bien frequito con el hielo que hemos roto en común y grato acuerdo...

1 comentarios:

GISOFANIA dijo...

brindo por el regressus (aunque recién caí en la cuenta hoy). existen imanes superpoderosos para los espíritus melancólicos, y siempre sospeché que el blog es uno de ellos