martes, 13 de abril de 2010

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Mi nombre es Juan Bautista Sosa Sampayo. Por esas cosas bíblicas relacionadas con mis nombres es que me llaman "El descabezado". De no ser por esos textos sagrados, atribuirían mi ausencia cefálica al faso, al crák y al paco, cosas que, de por cierto no consumo y lo más cercano al paco fue aquella histórica colonia infantil que mucho acercaba a los infantes de ayer, adultos de hoy, a ciertas actitudes rickimartinescas o pablitoruízticas que solo la testosterona o la vieja lavanda Fulton podría salvarnos.

Ante todo, dejo aclarado que escribo esto en un total estado de locura, y asumir por mí mismo este punto de partida de mi escritura me imbuye en la tremenda contradicción de no saber si estoy en límite del abismo de la demencia o tocando a tientas el tenue cielo de la cordura. Me gustaría saber donde estoy parado al escribir esto, si acaso estoy loco o estoy demasiado cuerdo. Valdría en mi auxilio admitir que la locura es la forma más excelente de la cordura por esa cosa del dicho popular que dice que los locos y los niños dicen siempre la verdad, pero esta valía de la que intento valerme al momento de justificar mi escritura, creo, de poco me sirve, de hecho, justificarme de poco me sirve... mi querido lector, sólo sé que escribo para tí, para contarte mi verdad de peruano exiliado en tu argentina tierra. me gustaría poder contarte de mis dotes de buen ejecutor de cajón peruano, de mi proverbial sapiencia en cocinar anticuchos, de dejarte perplejo si pudieras escuchar de mi labia incaica matizada de ceviche poder decirte que no conozco el Machu Pichu, mas no quiero contarte de esto esta noche de lluvia y duendes con forma de gotas cristalinas que caen del sueño, estoy escribiendo y olvidando cada palabra que escribo, te ruego, entonces, que seas clemente con mis errores tanto como yo soy clemente con ellos al olvidarlos, porque solo olvidando aprendo y olvidando, alguna vez, recuerdo y aprendo las lecciones.

Y es por esto que te cuento lo siguiente: me olvido de respirar, mi querido amigo, así, como oyes, si no lo tengo presente, me olvido de tragar el aire necesario para hinchar mi pulmones y sustentar mi vida. No es que me falte capacidad para poder hacerlo, como aquel famoso gitano de bata roja, no, nada de eso, me olvido de respirar, como quien se olvida de sacar la basura a la hora en que pasa el camión recolector. Y de repente, suelo encontrarme ahogado y en horribles estertores, el tono de mi piel adopta un tono violáceo tan característico de las venas contaminadas de dióxido de carbono que me olvido de exhalar. Por fuera de ello mi mente anda de lo más bien, pero no logro recordar que debo respirar para purificar mi cuerpo, esa cosa tan mecánica de respirar que siempre he envidiado, a mí me es vedada. Y apenas pueden ayudarme el millar de papelitos amarillos autoadhesivos que he colgado en toda mi casa, en mi oficina y en los sitios que suelo frecuentar. Me pasa que a veces hay malditos y desconsiderados seres que quitan esos recordatorios y al no verlos me olvido de respirar, y nuevamente volver a adivinarme ahogado y a punto de morir.

Jamás, mi buen amigo, me olvido de mi número de documento, del número de patente de mi fiorino, de mi número de cuil, de los catorce número decimales del número pi, de la raíz cuadrada de dos, pero me olvido de esa cosa tan vital y tan simple, como me estoy olvidando ahora...mfhhjfjfjfj

3 comentarios:

Alyxandria Faderland dijo...

Que buen cuento tio Mariano!!!! es que soy un poco confianzuda una vez que mis patas agarran el teclado! Yo suelo olvidarme de muchas cosas tambien, pero por suerte no de respirar. quizas los humanos no se olviden de esto, pero se olvidan de tantas cosas importantes....
un beso de morro rosa. Miss Lizzie Crabb

LORD MARIANVS dijo...

Bueno Minina: acá vos y tu dueña tiene la libertad de entrar mirar y participar. Creo que no debemos olvidarnos de vivir. Y de vivir bien. Te dejo un ovillo de lana para vos.

Alyxandria Faderland dijo...

Mire don lord, ahora quien escribe....
Ahora escribo yo, con mis patitas masajeadoras aunque ud no lo crea.Miss Lizzie.