domingo, 14 de marzo de 2010

Y JEHOVÁ BAJÓ LA BANDERITA...

Mientras aún tintineaban en la palma del maletero los setenta y cinco centavos de propina me senté en el asiento del taxi y comenzó el siguiente diálogo:

Taxista - Buenas noches señor.

Yo: Buenas noches, a ********** y ********

Taxista: Cómo no... allá vamos...

Raramente entablo un diálogo, pero esta noche se me antojó decir:

- Poca gente a esta hora de la noche por ser domingo.

- Si, tiene usted razón.

- Calculo que ha de ser porque hay paro en las universidades y los estudiantes no están viajando. No recuerdo qué días era, pero había paro.

- Ahhh si, si, señor, puede ser.

Que ya un tachero me trate de "usted" y de "señor" tantas veces me daba un presagio de algo poco común. Uno espera de un tachero, las más de las veces algo muy distinto del respeto, espera más bien un silencio de sepulcro, un silencio de sepulcro disimulado en un tango Troilo y Goyeneche o en un partido de la liga venadense de fútbol. También puede uno esperar una historia bien fanfarronesca, como alardear de la cantidad de viejas necesitadas de un plumero de carne que les saque las telarañas de la cotorra que les negociaban un viaje a cambio de moneda en especie o bien de cuán machos eran según la cantidad de putos que les chuparon el marlo. Porque según los tacheros, un tachero es más macho si más trabas o manflorones le tiraron la michelín en su vida. Es más, en los radiollamados hay rankings que corroboran la machocabriez de los del gremio. Y si, después te esperás lo de siempre, puteadas a las mujeres automovilistas, puteadas al que se le pase en el camino, puteadas al colectivero. En general uno espera eso de un tachero. Pero hay excepciones, las hay, pero esos no son tacheros, son los peones que ahí encontrás a gente como vos o como yo.

Prosigo:

- ¿Y usted que estudia?

- Estudio derecho. Aunque por el momento estoy más trabajando que estudiando.

- Ah..y dígame ¿Es derecho el derecho?

Usted espera de un tachero a esta altura cosas tales como "cuervos chupasangre" "zánganos picapleitos" "leguleyos vampiros"o "hijos de puta robaguita". Y le siguen contando la historia de un primo al cual un grupo de abogados le chorearon la sucesión de su bisabuelo, etc etc. Pero me tocó una de las preguntas más boludas que se le pueden hacer a quien versa por las lides abogadiles.

- Hay una gran distancia entre lo que se estudia en la facultad y lo que se ve en la vida diaria, generalmente, el derecho no es lo que a uno le enseñan desde los libros, hay una gran falla en el sistema educativo universitario en la enseñanza del derecho.

- Por eso es que le pregunto. El derecho, entonces, no es tan derecho, lamentablemente - Decía mientras me miraba desde el espejo retrovisor con dos ojos saltones y convencidos de algo. A continuación saltó la bocha del asunto:

- Cristo es un abogado que nos representa ante el Creador a todos nosotros. El nos intermedia, el vino a representarnos y a defender nuestra fe delante de Él. Pero no obstante no alcanza con nuestra fe, debemos ejercer la fe porque no alcanza con tenerla.

- Interesante dije (para mis adentros decía: ¡Zas, un Testigo de Jehová conduciendo un taxi!) ¿Es una parábola?


- Si, si, está en la Biblia. A propósito ¿Usted cree que la Biblia es la palabra de Dios?

- Para los cristianos ES la palabra de Dios.

- ¿Y usted es cristiano?

- Si, creo en Jesucristo (decir que no hubiera implicado un tour por la ciudad, y gratis, pero si, soy cristiano en principio)

Quería que el viaje se termine rápido, trataba de hablar lo menos posible pero ya estaba metido en el baile. Lo incómodo es que el tipo me miraba desde el espejito retrovisor y tenía una mirada fanática que inquietaba.Cosa de que a la menor actitud hereje sacaba un machete o algo así.

- Todos creemos, todos tenemos fe. Los demonios tienen fe, y creen en Jesús...pero tiemblan. Los demonios tiemblan ante el Creador.

- Y las personas también tiemblan. Cada vez tienen ejercen menos su fe, creen en menos valores, está más individualista, mas egocéntrica.

- Qué lástima ¿no? Que triste esa imagen ante el Creador.

Por suerte, a esa altura ya estábamos llegando. Cuando le estaba dando el dinero el tipo me dice:

- No se olvide el bolso que está acá adelante. Ah, y yo creo fielmente en la Biblia.

En ese momento el señor sacó de algún lugar un Biblia gigantesca y me la mostró sosteniéndola con la mano derecha.

- Siempre la leo y me salva, y me sostiene, porque si yo hago el bien pero no leo la Biblia, no sirve de nada.

Ya había agarrado el bolso. Antes de cerrar la puerta le dije:

- Señor: Que Dios lo bendiga y lo felicito por tener y defender sus valores. Que tenga buenas noches.

- Gracias, Que Dios te bendiga también. Hasta algún momento.



-

1 comentarios:

Ignoto Transversal dijo...

loco, me reflasheaste...

no se adonde tengo la puta biblia que me regaló ¨[hace por lo menos una generación] Norma Saraullo, te aseguro que la busco y la leo (por 1ra. vez) de un tirón.

el señor sea contigo... y con tu espíritu.

esta noche le agradeceré al señor y a vos lo por venir.

abrazo, putarraco!.

se vemo.-