lunes, 1 de marzo de 2010

VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA

1 - Cuando abrí el ropero encontré adentro a una polilla comiéndose un par de culotes de mi ex novia sin vergüenza alguna. Al verse sorprendida por mi presencia dejó de comer, tragó una hilacha y me dijo la siguiente frase de Mahatma Ghandi:

- “Todo lo que se come innecesariamente se roba al estomago de los pobres”

- Las pollillas no hablan - Le retruqué

- En realidad soy una langosta que habla y come telas

- Pero vos estás comiendo de más – Insistí

- Yo soy pobre – dijo el bichito

- Ma sii comé – Total ya no la extraño tanto…



2 - Cuando abrí el ropero encontré adentro a una polilla comiéndose pantalón de corderoi que le compré a un vecino que en sus tiempos mozos fue hippie. Al verme se asustó como lo haría un mecánico tornero al ver que la tuerca no encaja en el bulón y le dije:

- Dejá de comer mi pantalón

- Comprate otro, está hecho bolsa

- Hoy me bocharon en comercial y hasta que tenga el título no tendré mucha más plata.

- La plata va y viene

- Si, los bochazos también y los títulos una sola vez en la vida

- Claro, los títulos no reencarnan para más adelante

- Por eso mismo. Dejá de comer mi pantalón.

- Bue… ta bien – dijo un poco triste.

- Pará che… acá tengo una remera que compré en el uno a uno si te quedaste con hambre

- Sufro de acidez.

- Pu… que lo tiró

- Gracias igual

- De nada

Y se fue volando por el balcón. Igualmente el pantalón tenía los fundillos carcomidos.



3 - Cuando abrí el ropero encontré adentro a una polilla comiéndose una camisa de Versace. Al verme, de asustada, escupió el botón del cuello, el cual me quedó de tercer ojo por quince días luego de este episodio. Me miró furiosa y me dijo:

- ¡Qué querés! ¡No ves que estoy morfando!

- Eh… si.. claro, tenés razón.. pero… es mi camisa…

- Eeeeeeeeera (se tira un pedito) cerrá la puerta, no me rompas las bolas

- ¡Vos no tenés bolas! - Me envalentono

- Y vos ya no tení más camisa loco. (Otro pedito) ¡CERRA LA PUERTA!

Cagadísimo como estoy. Cierro la puerta y me voy al balcón a ver pasar los barcos.



4 - Cuando abrí el ropero encontré adentro a una polilla comiéndose mi bufanda para los fresquitos que a veces caen en primavera. No se había dado cuenta que yo la miraba al principio. Pero luego notó cierta claridad, se dio media vuelta, me vió y le dije:

- ¿Vos no sos, en una de esas la reencarnación de George Harrison?

- Debo confesar que si – dijo la pollilla Beatle ¿Cómo te diste cuenta?

- No se, pregunté nomás. Tuve suerte

- Que intuición che… ¿querés preguntarme algo?

- Siiiii – dije re contento - ¿Cómo se te ocurrió “Here comes the sun”? Siempre tuve esa curiosidad.

- Es que yo sabía que en el ropero había un polilla que me estaba comiendo la chaqueta que usé en la tapa de Sargento Pepper´s y en la madrugada estuve esperando a que salga el sol para sorprenderla, ya que la guacha tenía habitos nocturnos. Entonces cuando estaba por amanecer y yo, estando tan contento del momento decisivo, tarareé “Here comes the sun” con la melodía que todos conocen.

- ¿Y pudiste matar a la polilla?

- Si, pero antes de darle el zapatillazo juró que se vengaría y acá estoy.

- Ahora entiendo todo




Y dado que era una pollilla tan grossa dejé que haga bolsa mi ropero.

1 comentarios:

Alyxandria Faderland dijo...

Polilla imaginativa, vea.
Que mas se morfo?