viernes, 16 de octubre de 2009

TAXI

Llegar a la terminal la última noche de los fines de semana largo hace suponer hacer una larga cola en la entrada para conseguir un taxi. No obstante que esa cola se mueve de manera rápida, las ansias por llegar lo antes posible a casa alargan la sensación que se siente tanto como los bártulos y bagayos que cuelgan de nuestros hombros como si percheros de carne fuéramos. Cada metro de avance parecía un kilómetro, cada minuto detenido era una hora. Se espera y desespera el momento de UNO para subirse al taxi. Hasta llegar, varios desertores, cansados de esperar se van a buscar un taxi a otro lado para no perder el tiempo"...pero todo llega.

Al subir al taxi, luego de pagar la propina al maletero, el taxista dijo:

"Suerte que te demoraste. Recién cambió la tarifa de fin de semana a tarifa normal"

O sea...menos onerosa.

1 comentarios:

Tony dijo...

Gracias.-

Puedes ver el porqué, en los comentarios del día de hoy (20/oct) del blog de Gisofanía.