Los que no confían en los médicos del pueblo se van a los médicos de la ciudad.
Los que no confían en los médicos de la ciudad se van a ver a los médicos de otra ciudad más grande.
Quienes no confían en los médicos de la antedicha ciudad más grande se van a ver a los médicos de la Capital Federal.
Quienes no confían en los médicos de la Capital Federal suelen viajar a algún país del hemisferio Norte (Primer Mundo).
Quienes ya han hecho todo el periplo y no confían a esa altura en ningún médico, van de la curandera del pueblo, le piden que los cure y se vuelven a sus casas a prepararse para la fiesta de esa noche.
Los que no confían en los médicos de la ciudad se van a ver a los médicos de otra ciudad más grande.
Quienes no confían en los médicos de la antedicha ciudad más grande se van a ver a los médicos de la Capital Federal.
Quienes no confían en los médicos de la Capital Federal suelen viajar a algún país del hemisferio Norte (Primer Mundo).
Quienes ya han hecho todo el periplo y no confían a esa altura en ningún médico, van de la curandera del pueblo, le piden que los cure y se vuelven a sus casas a prepararse para la fiesta de esa noche.
3 comentarios:
A lo mejor el punto de partida era lo que iba a funcionar,o sea prepararse para la fiesta de esa noche.
tenís razón...
es al dope rempujar cuando el coso es corto...
desconfianza, periplos y primer mundo es un mix no bueno, poco recomendable.
preparemose pá la fiesta que a la final es lo má mejó y lo único que no vá a quedá.
digo yo, que soy bocón, no se si será.
abracete.-
PD: parado JAL?
La vida es una obra de teatro que no admite ensayos. Y una vez, en una clase de teatro me dijeron que a veces, el camino correcto es el camino más corto. Tenemos las cosas ahí, sólo que no las vemos...o no las queremos ver.
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