- Es muy simple – y es muy humano que nos hagamos los boludos ante ello -. Quien siembra mierda recoge mierda, quien cosecha buenas cosas, recoge bunas cosas. O sea “cosecharás tu siembra”. Ergo, hacete cargo de lo que generás esta vida.
- Tiene razón Medina. Hay que hacerse cargo de lo que uno genera. Pero no quiero dejar pasar por alto conocidas excepciones a su regla, puesto que hay quienes siembran soretes y recogen rosas y quienes siembran rosas y recogen soretes. Y mi pregunta es: ¿Tiene que hacerse cargo de esas iniquidades quien las genera?
- Sus dos casos propuestos como excepciones son muy ricos en interpretaciones. Mas el común denominador de ellos es, evidentemente, que hay una disparidad entre actitud y resultado. Esto puede deberse a lo que se le antoje, azar, habilidad, pericia, coraje…
- Póngale, Medina, póngale. Pero apunte a mi pregunta ¿Tiene que hacerse cargo de lo que genera ese tipo el cual le puse de ejemplo? No sé… digo… Si no quiere el mal y le sale el bien o viceversa…
- Si usted quiere matar y le sale el tiro por la culata, muere usted. Ergo, hágase cargo.
- Mea fuera del tarro, porque en ese caso, el mal sse le vuelve en contra. El ejemplo sería que, si quiere matar a alguien, en lugar de matarlo, le de un hijo.
- ¿Un hijo de un escopetazo?
- Póngale, Medina, póngale. Se lo digo en sentido figurado, de ser real el caso, me hubiera convertido en un monje trapense.
- Tá…tá… lo capto clarito. Mire… como sea, hay que hacerse cargo. No hay con qué darle. Ya se lo dije. La naturaleza humana es muy hija de puta y no quiere hacerse crgo de lo que n ole gusta o incomoda. La culpa nos rompe la genitalidad. A mi entender, el arte no existiría si supiéramos hacernos cargo de nuestras cosas.
- Sí señor, coincido, el arte no es otra cosa que un modo estético de transmitirle al otro lo que nos conmueve, o sea, lo que nos rompe las bolas.
- Y es por eso que, luego de tocar una pieza musical, o de pintar un cuadro o de cincelar un mármol, nos relajamos mucho. Ya está…nos sacamos de encima lo que nos jorobaba la existencia y le pasamos la bocha al otro, que, embobado, ignora que asume nuestras inquietudes y que encima, algunas veces, nos paga fortunas por tener el fruto de nuestra hinchapelotez exhibiéndose en su casa.
- Es por eso que yo amo a la gente a la que todo le chupa un huevo. A la que no le interesa ser artista ni le interesa el arte. O sea, no joder y tampoco que nadie lo joda. Esa gente que su única preocupación será un laburo “pá vivir”, los fines de semana salir con la novia y fulbito. Cuando están al pedo jugar a la play o mirar en la tele programas de puterío barato, chimentos… nada de política ni religión. Y así toda la vida.
- La ambición, la gloria, el fracaso. ¿Para qué, Medina?...
- Tiene razón Medina. Hay que hacerse cargo de lo que uno genera. Pero no quiero dejar pasar por alto conocidas excepciones a su regla, puesto que hay quienes siembran soretes y recogen rosas y quienes siembran rosas y recogen soretes. Y mi pregunta es: ¿Tiene que hacerse cargo de esas iniquidades quien las genera?
- Sus dos casos propuestos como excepciones son muy ricos en interpretaciones. Mas el común denominador de ellos es, evidentemente, que hay una disparidad entre actitud y resultado. Esto puede deberse a lo que se le antoje, azar, habilidad, pericia, coraje…
- Póngale, Medina, póngale. Pero apunte a mi pregunta ¿Tiene que hacerse cargo de lo que genera ese tipo el cual le puse de ejemplo? No sé… digo… Si no quiere el mal y le sale el bien o viceversa…
- Si usted quiere matar y le sale el tiro por la culata, muere usted. Ergo, hágase cargo.
- Mea fuera del tarro, porque en ese caso, el mal sse le vuelve en contra. El ejemplo sería que, si quiere matar a alguien, en lugar de matarlo, le de un hijo.
- ¿Un hijo de un escopetazo?
- Póngale, Medina, póngale. Se lo digo en sentido figurado, de ser real el caso, me hubiera convertido en un monje trapense.
- Tá…tá… lo capto clarito. Mire… como sea, hay que hacerse cargo. No hay con qué darle. Ya se lo dije. La naturaleza humana es muy hija de puta y no quiere hacerse crgo de lo que n ole gusta o incomoda. La culpa nos rompe la genitalidad. A mi entender, el arte no existiría si supiéramos hacernos cargo de nuestras cosas.
- Sí señor, coincido, el arte no es otra cosa que un modo estético de transmitirle al otro lo que nos conmueve, o sea, lo que nos rompe las bolas.
- Y es por eso que, luego de tocar una pieza musical, o de pintar un cuadro o de cincelar un mármol, nos relajamos mucho. Ya está…nos sacamos de encima lo que nos jorobaba la existencia y le pasamos la bocha al otro, que, embobado, ignora que asume nuestras inquietudes y que encima, algunas veces, nos paga fortunas por tener el fruto de nuestra hinchapelotez exhibiéndose en su casa.
- Es por eso que yo amo a la gente a la que todo le chupa un huevo. A la que no le interesa ser artista ni le interesa el arte. O sea, no joder y tampoco que nadie lo joda. Esa gente que su única preocupación será un laburo “pá vivir”, los fines de semana salir con la novia y fulbito. Cuando están al pedo jugar a la play o mirar en la tele programas de puterío barato, chimentos… nada de política ni religión. Y así toda la vida.
- La ambición, la gloria, el fracaso. ¿Para qué, Medina?...
3 comentarios:
Si el último inciso fuera cierto...si bastara con no joder para no ser jodido...Pero no es así.
Y no...no es así. Pero ya viste lo utópicos que son estos dos que hablan. No les dés bola. :D
Hola!
Te invitamos a seguir las novedades de nuestra obra de teatro “EL NUEVO MUNDO” a través de nuestro blog.
Además de información sobre nuestras actividades y funciones, podremos compartir algo de toda esta maravillosa aventura de vivir el teatro.
Un abrazo.
Los que hacemos EL NUEVO MUNDO.
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