El tazón de leche se había calentado perfectamente adentro del microondas durante dos minutos y diez segundos. Retiro la taza y agrego al cálido y blancuzco fluido una oscura y apetecible barrita de chocolate para taza que se disuelve placenteramente en el fondo por la acción de la cucharita. A fin de mejorar la disolución, se vuelve a calentar la infusión otros treinta segundos, lográndose un humeante, chocolatado y estimulante resultado que coronará un buen desayuno para comenzar un buen día.
Y justo en el momento en que el brazo derecho que forma parte de mi ser se extiende hacia el interior de la alacena para buscar el paquete de pan integral es que se dio la justificación mágica de por qué momentos como éste deben ser escritos y dados a saber a todo el orbe a través de lo que bien pudiera ser una hoja escrita abandonada a la brújula caprichosa del viento antojadizo y desinteresado. Si, este blog es esto, un monton de hojas tiradas a un viento hpartículas hexadecimales que sopla en un yermo virtual que damos en llamar red.
Justo en el momento en que mi mano derecha tocaba la bolsita de nylon del pan integral, un paquete abierto de fideos espaguetti se derramó acertada -acertadisímamente - sobre la taza de chocolate. Y allí estaban los fideos. como flores de sémola, hidratándose con le objeto de mi matutino placer.
Y justo en el momento en que el brazo derecho que forma parte de mi ser se extiende hacia el interior de la alacena para buscar el paquete de pan integral es que se dio la justificación mágica de por qué momentos como éste deben ser escritos y dados a saber a todo el orbe a través de lo que bien pudiera ser una hoja escrita abandonada a la brújula caprichosa del viento antojadizo y desinteresado. Si, este blog es esto, un monton de hojas tiradas a un viento hpartículas hexadecimales que sopla en un yermo virtual que damos en llamar red.
Justo en el momento en que mi mano derecha tocaba la bolsita de nylon del pan integral, un paquete abierto de fideos espaguetti se derramó acertada -acertadisímamente - sobre la taza de chocolate. Y allí estaban los fideos. como flores de sémola, hidratándose con le objeto de mi matutino placer.
(Rescaté los que pude, tiré los que tenía que tirar y me tomé el chocolate.Pero mirá que tenía la camisa blanca y ni una salpicadura eh?. No, si los fideos eran clavadistas olímpicos, ganaban la medalla de oro. Te juro)
4 comentarios:
[La envidia me corroe las tripas]
Hoy entregaría todo mi reinado de ancestrales confusiones por un tazón de xocolatl, la ambrosía del olimpo náhuatl, remedio santo contra la ira y el escepticismo melancólico.
Que pedazo de Señor Ludo!!!!!!!....
Con queso rayado queda bomba...
Si no me diera migraña, como me comeria una barra de chocolate aguila, me clavaria tres submarinos seguidos y cinco hepatalginas. sin los fideos clavadistas, eso si, con un buen alfajor de chocolate
¿Fideos crudos en café con leche? Ud. es un sibarita, compañero, un autsáider. Pruebe los churros tibios en vino blanco, ché...
UAP, 720
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