EJERCICIOS DE LA IMAGINACIÓN I

-Tanta realidad nos desborda Medina. Nos desborda como... como agua de un inodoro tapado.

- Linda metáfora....”como agua de un inodoro tapado”. La vez pasada tuve un sueño con un inodoro. Pero en lugar de agua desbordaba vino tinto. Justamente porque estaba tapado lo había llevado arriba del parqué de mi departamento. Había desarmado una percha de alambre, de esas que te dan en las tintorerías cuando llevás el pantalón a arreglar y estaba dele que te dele hasta que el vino tinto estaba manchando el parqué. En la desesperación buscaba trapos para evitar el derrame pero no alcanzaban. Ya perdido por perdido, opté por llevar el inodoro nuevamente al baño, lo atornillé al piso y cuando volví para limpiar el enchastre no había nada, estaba todo limpio. Y ahí me desperté.

- Y...digo ¿probó el vino? Mire que hay que saber decirle “no” a un tintillo.

- Yo pensaba destapar el inodoro por que, lógicamente, estaba tapado con caca. Pero en lugar de caca comenzó a salir vino tinto. No, la verdad, ante esa perspectiva, no quise probar de “eso”. Y bien puedo decir “ni en sueños lo probaría”. Pero cómo es todo... yo que jamás esquivo a las copas llenas, supe decirle que “no” a un vino tinto en un sueño.

- Pero era “un tinto de mierda”

- Jauauauajauajauauaj

- Juajauajauaua

- Bueno medina, celebremos que tenemos sueños y fantasías pululando entre tanta mediocridad gris ceniza. Entre tanto trabajo monótono y repetitivo. Entre tanto bocinazo y cacerola. Tanta poesía entre tanto planfletismo arbitrario. Tanto corazón entre tanto cerebro quemado.

- Un gnomo me tocó el culo la otra vez.

- ¿Cuándo?

- La otra vez.

- ¿Cuándo?

- La otra vez.

- ¿Cuando?

- LA OTRA VEZ

- Ah.

- Bueno, le encajé un patadón tal que se murió de hambre en el cielo. Entonces vino su gnomoalma y me dijo que fue un malentendido, que quería invitarme a tomar campari con fanta. Le pedí perdón y la gnomoalma o gnoalma o almagnomo o almgnomón me tocó el culo otra vez, nos reímos y tomamos campari con crush por que “pega más”. Y así pasamos la noche meando naranjada por la cancha de Central Córdoba de vez en cuando. Bueno, las gnomoalma me hace encontrar, de vez en cuando, moneditas de cinco o diez centavos, que ahorro en un pote de bomboncitos helados que comí la otra vez.

- ¿Cuándo?

- La otra vez.

- ¿Cuándo?

- La otra vez.

- ¿Cuando?

- LA OTRA VEZ

- Ah.

- ¿Es sordo, Medina?

- No, medio boludo nomás.

- Si, por que hasta ahora lo único grosso que dijo fue la metáfora esa del principio del texto.

- Es que la realidad me desbordó un poco últimamente, y no venía encontrando el motor creativo offshore que me caracteriza.

- Claro, ahora recién se te apareció el ángel de lo extraño.-

- ¿Quién?

- El ángel de lo extraño

- ¿Quién?

- El ángel de lo extraño

- ¿QUIÉN?

- EL ANGEL DE LO ESTRAMBÓTICO

- ¿No era de lo extraño?

- Es lo mismo

- Ah. ¿Y ese?

CONTINUARÁ...