viernes, 21 de noviembre de 2008

BLANCA Y RADIANTE VA LA NOVIA

Esto que cuento es real, algunos que lean sabrán de quien hablo.
Algún día terminaré finado en una zanja, pero no me importa.

Ni bien cobró el seguro de su finado hermano, la doña se compró una cocina que te la voglio dire, un tremendo modular que hasta el día de la fecha - me dijeron - no llegó a sus manos. En esas dos cosas se le fue la mayor parte del total y el resto se le fue en coquetería femenina, ropa, comida y alguna que otra cosa. Para sintetizar, en menos de un mes se patinó lo que una persona sola de clase media gasta en tres meses para subsistir y, considerando que la doña le huía al trabajo, su situación actual es fulera. Tenía cocina pero no tenía para la garrafa, iba a tener un modular - si se lo traían - pero no tenía qué ponerle adentro. La salvó en el último round antes de caer en la lona de la indigencia un subsidio por sepelio que tenía pendiente de cobrar y con eso está pateando hasta el día de la fecha. Pero como usted y yo sabemos, lo volatil del mundo actual contagia su volatilidad al poder adquisitivo de la moneda y ésta en manos de una doña consumista compulsiva es más volátil aún.Y vive en la casita del finado hermano, casita a medio hacer que no tiene ni luz, ni agua, ni gas, o sea, lo mímino indispensable. Había podido "manguear" un poco, hasta que la gente se le empezó a cansar, sobre todo - parece ser, a la iglesia evangélica de la localidad, pero de esto no doy fe, o sea, no de la iglesia, sino de lo que me contaron. La vez que le fueron a ofrecer trabajos domésticos alegó diferentes motivos por los cuales ella no "estaba para hacer eso", o no le gustaba, o no sabía hacerlo, o no quería....etc.

El colmo del delirio de la doña es este: Vaya uno a saber en qué momento se le ocurrió - o se le ocurrió a otro y ella lo tomó al voleo - lo que ,según ella, es un "negoción": casarse varias veces y vivir de las tarjetas de casamiento cobradas a los invitados a la fiesta - "Es un negoción - le decía a una empleada - me voy a traer a un chico amigo mío de Buenos Aires y armamos tres o cuatro casamientos, les cobramos la tarjeta y listo el pollo". Con que nos casemos cuatro o cinco veces hago pata ancha y me compro el auto. Y dicho esto, despues se iba la doña...muy convencida de que su plan, sin dudas, era un negocio redondo, y de punta en blanco.

2 comentarios:

LocaComoTuMadre dijo...

Ahora decime en que localidad está la doña que me quedé con la intriga che! Sta Fe o S.J.? vamos, largando el rollo....

Después dicen que las mujeres son chusmas, por favor!!!!!!!!!!!!!!

(me voy última, canté!)

Her Tololo dijo...

Negoción.
Es como el tipo que comía porotos para venderlo a las estaciones de GNC.
Una iluminada. Mis felicitaciones a esta nueva millonaria.