domingo, 21 de septiembre de 2008

PRIMAVERA, RETORNO y CICLOS




Ya lo decía el bueno de Nachmanovitch “Sólo es posible salir de la complejidad a través de ella”. Y así fue que, luego de experimentar abyectas prácticas chamánicas en el parque España con aprendices recursantes de capoeira más la estimulante colaboración de algunos humos y cenizas gentilmente cedidos por nuestros pares entrerrianos mediante una gigantesca quemazón de pastizales en sus bellas – y bien aprovechadas por nosotros – islas, y luego de deambular por los insultantes caminos de la mediocre y desértica rutina laboral es que decidí volver al ruedo por estas praderas virtuales justo hoy, día de la primavera, estación amada o detestada según como se esté de de novi@, de “chongo” o de “minita”, por que si, queridos míos, o gozamos la primavera con la poronga o la vagina que tenemos o padecemos la primavera con la poronga o la vagina que nos falta.

Y digo: vuelvo hoy, día del renacer del ciclo natural de la vida, donde los brotes explotan y el polen insemina los pistilos, las corolas y los pedúnculos, donde las margaritas se deshojan y el jugo de naranja volcado moja la gramillas y las hormigas se empachan de sanguchitos de miga, donde los beodos regurgitan en la acera del fernet de hoy con el asado de la noche anterior, donde la cerveza hervida se mezcla con la adrenalina ya hirviente y propicia los repimporoteos irreverentes bajo cortaderas y ligustrinas. Si, la primavera es un buen momento de estar volviendo como un topo vuelve desde abajo de la tierra a ver el cielo y disfrutar la hierba.

Una vez decidida la vuelta fue necesario definir la forma de la vuelta ¿De qué manera regresar al ruedo? No, mi querido lector, no será como siempre, ustedes sabrán que la cabecita de quien esto escribe da para todo y para todos, y usted aquí puede hallar desde lo más sublime hasta lo más pelotudo y eso no cambiará, se lo aseguro. Pero aún así, he creído necesario establecer un método que, en tanto método, acota en cierto punto una libertad que se travistió de un libertinaje insulso y mediocre para dar paso a una libertad que, liberada por el método valga la redundancia, de lugar a la plenitud creativa. Justamente por eso he decidido publicar y escribir a partir de elegir una temática y sobre ella realizar un ciclo, variable en sus episodios según la temática elegida.

Siendo así, espérense en breve el título del primer ciclo y su primer episodio.

0 comentarios: